La renuncia de Fernando Ubiergo y la crisis de la SCD

No contentos con terminar el año 2008 con la polémica del proyecto de ley que buscaba desconectar de internet a los que infringían la ley de Propiedad Intelectual (el cual ya fue retirado) el 2009 comienza con un remezón que afecta a la SCD y que consiste en la renuncia de su Presidente Fernando Ubiergo a su cargo (la cual aun no ha sido aceptada) y todo por una presentación que hizo el cantautor en Antofagasta, justamente para hablar sobre la reforma a la ley de Propiedad Intelectual.

Tras la acertada denuncia ciudadana hecha por el periodista de El nortero, Fernando Ubiergo puso momentaneamente en su blog la siguiente declaración.

«Con estupor y profunda pena, me he enterado que la Prensa ha difundido que en una exposición realizada en Antofagasta para defender y dar a conocer los derechos de los músicos de Chile se ha utilizado un software no original.
Debo señalar que tanto ese Equipo como los programas usados no me pertenecen siendo de propiedad de la SCD quienes me lo facilitaron para realizar la exposición .
En mi opinión, el hecho es bochornoso y reviste la mayor gravedad, por lo que, he solicitado, en mi calidad de Presidente del Consejo de la SCD una reunión urgente para este Lunes 5 de Enero, a fin de conocer las causas y explicaciones de este lamentable episodio, que me expone de una forma tan absurda.
De acuerdo a las explicaciones que pido, por la gravedad de los hechos, tomaré una resolución inmediata que comunicaré con comunicado oficial de Prensa el mismo 5 de Enero.
Un abrazo y gracias
Fernando Ubiergo»

Y cumpliendo con su compromiso, tuvo una reunión express en la sede de la SCD donde presentó su renuncia por este bochornoso hecho, cuya directiva finalmente acordó declarar que (extracto):

«Frente a los hechos anteriores, declaramos que no cabe responsabilidad alguna a Fernando Ubiergo en esta materia.
Como política de la Corporación, la instalación de un programa no autorizado, está prohibida absolutamente. Todos nuestros computadores cuentan con las licencias correspondientes.»

Ahora bien mi reflexión personal va por determinar que conclusiones podemos sacar de esto.

En primer lugar creo que la SCD está pasando por una crisis interna que es producto de sus propias malas praxys. Por un lado tenemos una sociedad gestora de derechos privada denominada genéricamente «Sociedad de Derechos de Autor», que intenta ser ante la opinión pública, las autoridades de gobierno y el parlamento como REPRESENTANTES de los todos los autores chilenos (cosa absolutamente falsa porque representa a sus socios previamente inscritos) y cuyo lema es la DEFENSA ABSOLUTA de los derechos de autor, especialmente contra un sistema que abusa de los creadores, buscando una «justa retribución» y que consistiría en que las empresas que dan acceso a Internet entreguen parte de sus utilidades. Simple.

Para este fin, coincidiendo con el estudio del proyecto de reforma a la ley de Propiedad Intelectual en el congreso, comienza su vía crucis consistente en movilizar a los artistas contra el gobierno haciéndoles creer que su intención es perjudicarlos (utilizando a la desinformación como su aliado) para luego paralelamenre intervenir en la discusión en la mesa de expertos y finalmente hacer a espalda de los restantes actores interesados en el tema de propiedad intelectual un tremendo lobby político que da como resultado el famoso acuerdo secreto SCD.

Sin embargo, la soberbia, que es uno de los pecados capitales, ahora les ha pasado la cuenta. Esto, porque al pensar que como los artistas están de su lado podrían dominar al gobierno y al parlamento con sus presiones. Y no ha sido así. Los restantes actores relevantes, incluyendo a la sociedad civil organizada ha reaccionado frente a su actuar, justamente para decir que también tiene intereses de por medio, válidos y que DEBEN ser oídos y respetados por las autoridades. Es así como en el senado las indicaciones del acuerdo SCD/GOB han sido leídas, pero no consideradas tal como se tenía proyectado por la directiva de la SCD.

Por otro lado surge el mal del padre Gatica… predica, pero no practica. Si son representantes de derechos de autor, tener software no licenciado en un computador ES SER PIRATA (según sus propias palabras), lo que implica un tremendo contrasentido, toda vez que ellos mismos cometen los delitos que persiguen. Porque defienden a los autores, con el uso del office pirata, lesionan a los autores.

Finalmente podría pensar que la salida de Fernando Ubiergo de su cargo no es la solución. Es la cara visible de un grupo de personas que creen dominar toda la situación. Mi gran duda radica en que si el Director de la SCD, Santiago Schuster, el responsable directo del acuerdo SCD/Gob, el que dice que quien contrata banda ancha es solo para la transferencia de música, video, imágenes, sin ninguna participación para los artistas, el que está en contra de la excepción de uso justo de nuestra legislación, quien desde el escándalo del acuerdo NO a aparecido a responder por sus actos, renunciará también a su cargo o se hará responsable que en la institución que manda VIOLA LOS DERECHOS DE AUTOR.

Creo, amigos, que una vez más, se mantendrá en silencio.
Fuente foto: Radio Uno

23 thoughts on “La renuncia de Fernando Ubiergo y la crisis de la SCD

  1. Hola Pablo. Precisamente por lo que mencionas acerca de la conexión, yo pienso que deberíamos contar con un mecanismo de compensación automática y libre descarga.

    Lamentablemente nuestra base legislativa y el concepto tradicional del copyright no parecen facilitar algo así. Tampoco ayuda que los proveedores de acceso no reconozcan que están lucrando con la comunicación pública, y que los usuarios crean que tendrían que pagar una millonada para hacer legal las descargas.

    Un poco de generosidad desde todas las partes ayudaría encaminarnos hacia una solución.

  2. Hola Pablo. Precisamente por lo que mencionas acerca de la conexión, yo pienso que deberíamos contar con un mecanismo de compensación automática y libre descarga.

    Lamentablemente nuestra base legislativa y el concepto tradicional del copyright no parecen facilitar algo así. Tampoco ayuda que los proveedores de acceso no reconozcan que están lucrando con la comunicación pública, y que los usuarios crean que tendrían que pagar una millonada para hacer legal las descargas.

    Un poco de generosidad desde todas las partes ayudaría encaminarnos hacia una solución.

  3. Que episodio más tragi-cómico!
    Sobran argumemtos para considerar este proyecto de ley, como absurdo, obsoleto y alejado de toda lógica creativa contemporanea. Quién es bueno en lo que hace, no debe temer a compartir sus creaciones gratis, puesto que el retorno (quizás no inmediato) y la buena imagen, otorgan más valor a dicha creación.
    Además, nunca ha sido gratis el acceso a dichos contenidos digitales, harto caro que sale la conexión, de las más caras del mundo!

  4. Que episodio más tragi-cómico!
    Sobran argumemtos para considerar este proyecto de ley, como absurdo, obsoleto y alejado de toda lógica creativa contemporanea. Quién es bueno en lo que hace, no debe temer a compartir sus creaciones gratis, puesto que el retorno (quizás no inmediato) y la buena imagen, otorgan más valor a dicha creación.
    Además, nunca ha sido gratis el acceso a dichos contenidos digitales, harto caro que sale la conexión, de las más caras del mundo!

  5. Hola Pedro,

    No me parece que se te haya pasado la mano ni mucho menos, tu opinión está presentada con mucho respeto además de que tus argumentos son sencillos y contundentes.

    Algunas ideas que quisiera aportar:

    Respecto del impasse de Fernando y la licencia de programas de Microsoft, me parece de mal gusto centrar la conversación en algo tan superficial. Es impresentable, pero es sólo impresentable, o sea se trata -en términos informáticos- de un problema en la capa de presentación. Es bastante común en las organizaciones grandes que el área informática esté sobrevendida, y que -a pesar de contar con las licencias correspondientes- los funcionarios instalen por una cuestión de tiempo sin ingresar los números de serie o sin completar otros procesos de registro, que a veces son innecesariamente engorrosos.

    Ahora bien, si dicho impasse nos lleva a un debate profundo, que nos permite cuestionarnos y llegar a algún consenso sobre temas de fondo, y si dicho consenso logra llegar a las autoridades llamadas a legislar sobre esto, pues adelante con la conversación.

    Me resulta bastante coherente que Fernando renuncie, puesto que él es un tipo sensato, generoso, talentoso y sospecho que hay un límite en cuanto a lo que puede hacer, considerando el peso que tiene el area legal de la SCD.

    Hay que tomar en cuenta que la SCD representa en MUCHO mayor medida los intereses de titulares de derechos de autor extranjeros que chilenos. La mayoría de la música que se vende o transmite en Chile es extranjera, y los derechos de propiedad intelectual de gran parte de esa música corresponde no a personas -como es la tendencia en Chile- si no a sociedades editoriales, típicamente entre sellos y autores. Consecuentemente, la SCD tiene un doble rol, por un lado representa a algunos autores, pero por otra parte hay una indirecta pero fuerte representatividad de intereses corporativos.

    Considerando todo lo anterior, podríamos deducir que dentro de la SCD hay un conflicto creciente entre autores nacionales del estilo de Fernando, y por otro lado de intereses más voraces y corporativos, representados por los abogados que forman parte de dicha organización, y cuyo rol es muy llanamente sacar una tajada de los intereses que defienden.

  6. Hola Pedro,

    No me parece que se te haya pasado la mano ni mucho menos, tu opinión está presentada con mucho respeto además de que tus argumentos son sencillos y contundentes.

    Algunas ideas que quisiera aportar:

    Respecto del impasse de Fernando y la licencia de programas de Microsoft, me parece de mal gusto centrar la conversación en algo tan superficial. Es impresentable, pero es sólo impresentable, o sea se trata -en términos informáticos- de un problema en la capa de presentación. Es bastante común en las organizaciones grandes que el área informática esté sobrevendida, y que -a pesar de contar con las licencias correspondientes- los funcionarios instalen por una cuestión de tiempo sin ingresar los números de serie o sin completar otros procesos de registro, que a veces son innecesariamente engorrosos.

    Ahora bien, si dicho impasse nos lleva a un debate profundo, que nos permite cuestionarnos y llegar a algún consenso sobre temas de fondo, y si dicho consenso logra llegar a las autoridades llamadas a legislar sobre esto, pues adelante con la conversación.

    Me resulta bastante coherente que Fernando renuncie, puesto que él es un tipo sensato, generoso, talentoso y sospecho que hay un límite en cuanto a lo que puede hacer, considerando el peso que tiene el area legal de la SCD.

    Hay que tomar en cuenta que la SCD representa en MUCHO mayor medida los intereses de titulares de derechos de autor extranjeros que chilenos. La mayoría de la música que se vende o transmite en Chile es extranjera, y los derechos de propiedad intelectual de gran parte de esa música corresponde no a personas -como es la tendencia en Chile- si no a sociedades editoriales, típicamente entre sellos y autores. Consecuentemente, la SCD tiene un doble rol, por un lado representa a algunos autores, pero por otra parte hay una indirecta pero fuerte representatividad de intereses corporativos.

    Considerando todo lo anterior, podríamos deducir que dentro de la SCD hay un conflicto creciente entre autores nacionales del estilo de Fernando, y por otro lado de intereses más voraces y corporativos, representados por los abogados que forman parte de dicha organización, y cuyo rol es muy llanamente sacar una tajada de los intereses que defienden.

  7. Repito el comentario que hice en Facebook:

    Pedro:
    De ninguna manera se te ha pasado la mano.
    Lo que pasa es que eres uno de los pocos blogueros que hablan descarnadamente, sin temor a herir las susceptibilidades de los poderes fácticos.
    Esta es una guerra, por un lado los auténticos creadores de la CULTURA, y por el otro los mercaderes que se benefician privadamente protegiendo los derechos de empresas transnacionales del entretenimiento.
    Y en una guerra hay que ir de frente y no andar con reculadas de perro flaco.
    Felicitaciones

  8. Repito el comentario que hice en Facebook:

    Pedro:
    De ninguna manera se te ha pasado la mano.
    Lo que pasa es que eres uno de los pocos blogueros que hablan descarnadamente, sin temor a herir las susceptibilidades de los poderes fácticos.
    Esta es una guerra, por un lado los auténticos creadores de la CULTURA, y por el otro los mercaderes que se benefician privadamente protegiendo los derechos de empresas transnacionales del entretenimiento.
    Y en una guerra hay que ir de frente y no andar con reculadas de perro flaco.
    Felicitaciones

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